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El pasado 7 de febrero finalizó la Serie del Caribe en la cual el equipo representante de Republica Dominicana resultó campeón, sin embargo, nuestro análisis de hoy se centra en la participación de los Vaqueros de Montería, equipo que fue el representante de Colombia en nuestra primera participación de la historia. Trataremos de responder una pregunta que me han hecho varias veces desde que acabó el torneo, ¿cómo nos fue en la Serie del Caribe?

Uno de los mayores anhelos de los jugadores de béisbol profesional en Colombia, así como de los aficionados y dirigentes, era algún día poder participar en la Serie del Caribe. Hace algunos años se creó la llamada Serie Latinoamericana, que también reunía a los equipos campeones de algunos países y Colombia era uno de los participantes, pero no era lo mismo, nosotros queríamos estar rodeados de la élite del béisbol caribeño, y el año pasado recibimos la noticia esperada, Colombia había sido invitada por el problema de visado de Cuba a la Serie del Caribe en su versión 62 que se jugaría en San Juan – Puerto Rico; era algo que se veía muy lejano para nuestro país con una cultura beisbolera mucho menos arraigada que los demás países participantes, pero ya está, ya nos invitaron, ahora era hora de cumplir el sueño y participar.

El campeón del béisbol profesional colombiano fue el equipo debutante de los Vaqueros de Montería, un equipo aguerrido y luchador que mostró muy buen béisbol a lo largo de todo el torneo, ellos eran los encargados de representarnos en nuestra primera participación en la Serie del Caribe.

Sin embargo ¿Cómo nos fue en la Serie del Caribe?

El equipo colombiano fue el único de los seis equipos participantes que no obtuvo una sola victoria en el torneo, fueron cinco derrotas en cinco juegos, eso sin duda fue un baldado de agua fría para los fanáticos y prensa especializada por la ilusión creada en torno a las declaraciones del mánager Ozney Guillén, quien categóricamente dijo que iba a Puerto Rico con el objetivo de ganar el torneo.

El equipo colombiano pareció pesarle la presión de ser su primera participación en la serie. A nivel de juego el equipo no lució tan mal, mostró una gran solidez en sus lanzadores encargados de abrir el juego y también estuvo buena parte del torneo seguro a la defensiva.

Sin embargo, cuando el juego empezaba a llegar a su parte definitiva, cometieron algunos errores defensivos que ponían a pensar si era que no estaban preparados o estaban nerviosos y los lanzadores de relevo no lograron hacer su trabajo.

Pero el punto más débil de Colombia fue sin lugar a duda la parte ofensiva; el equipo monteriano se había reforzado con los mejores bates de la liga y estos no pudieron responder a la expectativa, Colombia solo bateó 15 hits y anotó 6 carreras a lo largo de los 5 partidos que disputó, no puedes pensar en ganar un torneo como la serie del caribe con solo con 15 hits.

A excepción del último partido, el cual lo jugamos ya eliminados, todos los demás tuvieron un desenlace similar: partidos apretados que se resolvieron en contra nuestra en el séptimo y octavo episodio, inclusive en dos de esos partidos estuvimos arriba en el marcador, pero en todos los resultados fue el mismo, la derrota. Esto nos volvió a poner los pies sobre la tierra con respecto a nuestro béisbol, ¿Si tenemos el nivel necesario para competir en la Serie del Caribe?

Algunos catalogan nuestra primera participación en la Serie del Caribe como un rotundo fracaso, otras personas no lo bajan de papelón deportivo, sin embargo, también hay puntos que destacar: lo primero, y es lo que veníamos esperando hace años, ya nos tienen en cuenta para la Serie del Caribe, aunque a nivel de resultados no nos fue bien, el equipo mostró un beisbol que puso en aprietos a las grandes potencias de la región. Nuestra liga, a pesar de tener tantos años de historia, ahora es que está viviendo su mejor época a nivel de organización, y eso nos sirvió para ser incluidos, incluso, satisfechos con la participación de Colombia. Gracias a la gestión de los mandatarios del béisbol local, el comisionado de béisbol ya confirmó que el otro año participaremos nuevamente como invitados y seguramente iremos mejor preparados, teniendo en cuenta que cuando Vaqueros quedó campeón pasaron 15 días sin actividad antes de empezar el torneo en comparación con otras ligas que terminaron un par de días antes del inicio de la misma, y en el beisbol, un deporte que se juega a diario, tener 15 días de inactividad pesan.

Es cuestión de perspectiva y de pensar en el futuro, todos queríamos ser campeones o al menos ganar un partido, algunos se conforman con que por lo menos fuimos invitados y que hicimos una buena representación. Es como el viejo dilema del vaso con agua, donde algunos ven el vaso medio lleno y otros lo ven medio vacío, somos de los primeros, no se puede hablar de fracaso ni de papelón cuando nuestro mayor interés hace apenas un año era el poder participar, eso hicimos y lo hicimos de una manera digna.

El beisbol es un deporte donde los pequeños detalles marcan la diferencia y fueron esos pequeños detalles los que nos dejaron el saldo de cinco derrotas, pero también se deben ver los puntos positivos: lanzadores abridores que controlaron a los equipos rivales, jugadores a la defensiva que mostraron sus mejores jugadas, un equipo joven que tal vez pagó la novatada y le faltó experiencia, pero que mostró su gallardía y enjundia para este tipo de encuentros y muchas cosas más por destacar.

Para nosotros más que un fracaso o un papelón, fue una buena experiencia que nos deja muchas enseñanzas y nos irá preparando para realizar mejores presentaciones, nosotros somos de los que vemos el vaso medio lleno.

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