Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

(Imagen tomada de La Divisa con previa autorización)

«Alrededor del café se crean vínculos y conversaciones muy poderosas”.

 

Una entrevista fascinante donde tocamos temas de igualdad de género, sostenibilidad, medio ambiente y empoderamiento, en un solo espacio con la dueña de Café La Divisa, Silvana González.

Café la Divisa es hoy en día la primera marca global de lujo de café colombiano donde la cabeza detrás del negocio es una mujer, (y operado 100 % por mujeres), bajo los pilares del impacto social, femenino, y de retorno positivo al Planeta. Sus sabores se concentran en lo dulce (ni lo amargo ni lo ácido), ganando concursos internacionales, capacitándose con la Asociación de Cafés Especiales del Mundo, en fin, tienen más premios de los que alcanzo a mencionar aquí.

Bienvenidos al siglo XXI y comencemos con la historia …

Hablemos en primer lugar del sentido de la igualdad de género en el mundo laboral que, a pesar de que está tomando un curso interesante en los últimos días, todavía nos hace falta un buen camino por recorrer.

¿Cómo empezar en un país donde las condiciones para emprender son complejas, sumado a ese “techo de cristal” que es el hecho de ser mujer en una sociedad que no ha logrado todavía llegar a la igualad en el ámbito laboral?

S – La desigualdad de género no solo se presenta en Colombia per sé, sino que es un fenómeno a nivel mundial, y en todo este escenario se vienen transformando esas raíces de lo que el concepto de la mujer significa hoy en día.

Es decir, y esto es una palabra que me gustó mucho, Silvana habla de una codificación que tenemos al nacer donde nos encontramos condicionadas a unos roles determinados, pero que con el tiempo se han ido volviendo más borrosos. Ya no es el hombre el que netamente provee, sino que la mujer entra a jugar en la cancha con los demás.

S – En Colombia igual es difícil, pero más allá del país o la sociedad en la que se viva, es un asunto de las mujeres donde no nos atrevemos, y donde tenemos barreras que nos hemos puesto que seguramente no tienen los hombres. No obstante, siento que cada vez más hay colaboración y apoyo entre nosotras mismas, lo que facilita un poco más las cosas.  

 Detengámonos por un momento en este último punto.

Recientemente escuché una entrevista que le hacían a Silvana donde le preguntaban por las dificultades para emprender en ciertos entornos donde los hombres no tenían las mismas barreras; a lo que ella responde que es un tema de coraje y de recibir las motivaciones suficientes a partir de este concepto. Sin embargo la clave está en que las mujeres ya tenemos los escenarios, el conocimiento y la confianza para romper cualquier rol tradicionalmente impuesto, y así salir adelante a hacer lo que antes no nos atrevíamos hace unas décadas.

Emprender es retador en cualquier escenario, y Silvana nos comparte que en el camino la definición del éxito se va forjando poco a poco, a la medida de cada quién, y normalizando el hecho de que éste sea diferente para cada persona.

Para unos será ganar miles de millones de dólares y convertirse en un unicornio de la noche a la mañana, y para otros es tener un camino con balances y tiempo de calidad; lo importante es no perder la esencia en el camino.

 “Yo quiero tener mi propia definición de lo que es el éxito”

Antes de pasar al ámbito sostenible, recojamos entonces esas grandes lecciones que nos deja La Divisa hasta el momento: el sueño de una joven veterinaria que decidió darle un vuelco a su vida por completo, con dificultades de todo tipo en el camino, y que nos lleva a ver desde lo poco que conocemos, a un negocio con lo que yo llamo “las tres cs”: coherente, constante y consecuente”.

Hoy en día el café es un recurso que cada vez más está relacionado con el cambio climático, ¿Cómo ven ustedes desde La Divisa esta problemática a la hora de contribuir?

S – Yo aprendo de esto cada día, teniendo en cuenta que las condiciones son muy variables, y a todos los que tenemos fincas productoras nos pasa. Están las proyecciones de cómo el ciclo de lluvias afecta el crecimiento del café, e incluso se cree que en unos años éste se deba sembrar a mayor altura (desde mi entendimiento). En el momento, Colombia sigue siendo uno de los mejores países para producir, y es por esto por lo que debemos agregar todo el valor posible desde la fuente, aportando a la pobreza y a la construcción de una mejor sociedad.

 Todos merecemos ganar por nuestro trabajo… si cada vez hay menos de este producto, pues vamos a darle valor agregado a la hora de extrapolarlo al mundo.

 En este escenario Silvana nos deja una gran lección frente a cómo el emprendedor, empresario, etc, debe siempre entender cómo funciona su estructura de costos y ganancias para conocer verdaderamente cuánto cuesta su producto y asimismo salir al mercado sabiendo el valor que se merece (los que pueden pásense por Shark Tank que ahí uno aprende lo básico en cuanto a conceptos se requiere, como los ingresos brutos versus los netos).

Pero continuando con nuestra segunda pregunta, y esto me pareció que fue la cereza en el pastel en términos de a lo que coherencia dentro del marco de la economía circular se refiere y es: uno de los impactos positivos ambientales que esta marca genera es a través de “Ecomujeres by La Divisa” (2016), donde mujeres artesanas le dan una segunda vida a los empaques de la marca, para que sean sostenibles, útiles, durables y, sobretodo, estéticamente lindos.

Si cree que gastar miles de millones de pesos en objetos de lujo para la decoración de su casa está bien, lo invito a que se dé una pasada por estos artículos que a simple vista merecen un gran stand en las mejores tiendas de Bogotá. Cada uno tiene las iniciales de la mujer que los elabora y usted estaría contribuyendo en un 100 % a su futuro, sí, en un 100 %…

“No siempre ganar es que te entre plata”.

Y esto mis queridos amigos es tener visión en la vida: no siempre busquemos un Quid pro quo; a veces cuando cedemos y creemos que no estamos ganando, el futuro nos sorprenderá y de qué manera. Silvana fue una oportunidad de ayuda para mujeres en situación de vulnerabilidad, y ahora las empresas están encantadas de pedir sus productos.

Todos ganan en esta historia.

S – De esta manera, necesitamos ahora el apoyo de todos los consumidores para que volteen a mirar estos productos, abriendo mucho más la consciencia ambiental y social, entendiendo que la artesanía tiene un gran valor agregado desde todos los sentidos.

 Acuérdense lo que siempre les digo: para hacer algo por el Planeta debemos generar una necesidad no solo desde el productor, sino desde nosotros como consumidores activos que demandamos el cambio en el mercado.

“Optimizar los recursos no solo salva al Planeta sino que es económicamente inteligente”.

Ahora bien, no contentos con darle un vuelco a sus empaques milimétricamente diseñados para que el cliente los quiera comprar, La Divisa también le da un uso extendido a los costales de café (manteniendo la responsabilidad de la calidad), lo que permite reutilizarlos hasta donde más se pueda para evitar generar residuos innecesarios.

¿En este sentido, consideras que es costoso ser sostenible?

S – Hoy en día las opciones son infinitas para que todos evitemos sacar la excusa de aprender a generar impactos positivos en el Planeta, sobretodo, en lo que respecta a la generación de desperdicios y su recirculación. Esto vale la pena, porque es lo que hace increíbles a las empresas.

 “Cuando eres la primera en algo, eso ya te hizo la primera, ya ganaste”.

Esta respuesta me sorprendió bastante, porque normalmente las compañías y emprendedores siempre dicen automáticamente que sí (pero que intentarán hacer el esfuerzo en el futuro), porque salta a la vista que desarrollar productos sostenibles sí genera un gasto mucho mayor. Y a pesar de que ello nos sea mentira, es de rescatar que la respuesta provenga del esfuerzo y del no quererse quedar en una ruta cómoda donde las ganancias sean lo único que importe.

La invitación que aquí me concierne como escritora no es simplemente apoyar una marca local que cumple con las tres Cs, sino que analicemos de fondo las repuestas que nos da una mujer emprendedora, luchadora y realista, la cual no vende un cuento de hadas, sino una historia que es replicable en cada uno de nosotros. Una empresa que al igual que muchas, vio en el problema de la pandemia una oportunidad para encontrar la fortaleza en tanta incertidumbre, algo que hoy en día hace parte del relato de lo que para Silvana es el éxito.

Empacó cientos de libras sola durante el COVID, las ventas se cayeron, no tenían suficiente apoyo, pero la respuesta siempre era: busquemos la solución desde el positivismo.

Retemos nuestra cotidianidad, nuestra visión de lo que es la comodidad y el éxito, y apliquemos a todo lo que creemos como imposible porque eso nos hará seres extraordinarios en cualquier camino que decidamos tomar. Recordemos entonces que las grandes historias jamás se hacen desde el miedo y la comodidad.

 “Nunca esperemos por el momento perfecto para hacer las cosas: si ya analizaste tu riesgo calculado, dale, avanza”.

El ADN de La Divisa se puede resumir en ver siempre la oportunidad y no la dificultad, en aportar conscientemente al Planeta y sobretodo, desde la coherencia en sí misma sin miedo al éxito.

¡Así que Chapeau e invitados todos a conocerlas!

Compartir post